Salud que toca tu puerta: el impacto humano del programa ‘Casa por Casa’ impulsado por Claudia Sheinbaum

En un país donde los rezagos en atención médica son una constante para millones de personas, el programa “Salud Casa por Casa” ha demostrado ser una iniciativa capaz de romper barreras históricas. Bajo el liderazgo de la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, esta estrategia de atención primaria ha salvado vidas, acercando servicios médicos a comunidades marginadas y revirtiendo condiciones de abandono social.

Durante una conferencia reciente, Sheinbaum aseguró que el programa ha cambiado realidades: “Se han salvado vidas gracias a la atención oportuna. No solo se previenen enfermedades, se construye justicia social”. Este modelo, replicado de su experiencia en la Ciudad de México como jefa de Gobierno, está ahora en proceso de expansión nacional, con resultados que comienzan a evidenciarse en cifras, testimonios y cambios palpables en comunidades rurales y urbanas.


El modelo ‘Casa por Casa’: atención sin barreras

Inspirado en los principios de la medicina preventiva y comunitaria, el modelo tiene como eje central la visita directa a hogares por parte de brigadas médicas, integradas por enfermeros, doctores, psicólogos y promotores de salud. La idea es sencilla: si la población no puede ir al centro de salud, el sistema debe ir hacia ella.

Estas brigadas realizan detecciones tempranas de enfermedades crónicas, diagnósticos de salud mental, control de embarazos, aplicación de vacunas, entrega de medicamentos y canalización a centros médicos en casos urgentes.

En la Ciudad de México, entre 2019 y 2023, se realizaron más de 2 millones de visitas domiciliarias. Según datos de la Secretaría de Salud capitalina, el 68% de los pacientes atendidos no habían acudido a un centro médico en los últimos tres años, principalmente por falta de recursos, discapacidad o miedo.


Historias que reflejan impacto

En la comunidad de San Miguel Ajusco, al sur de la capital, vive Doña Petronila, una mujer de 79 años que padece diabetes e hipertensión. Hace dos años, sus síntomas estaban fuera de control. Fue gracias a una visita inesperada de una brigada del programa que comenzó tratamiento médico, recibió orientación alimentaria y seguimiento constante.

“Yo pensé que nadie se iba a acordar de mí. No podía ir al doctor y no tenía dinero. Pero ellos vinieron. Me salvaron la vida”, cuenta con voz temblorosa.

Como ella, miles de personas han sido beneficiadas. El programa ha tenido una especial atención en mujeres, adultos mayores y personas con discapacidad, sectores históricamente invisibilizados en las políticas de salud pública.


Resultados tangibles y evaluación médica

Según un informe publicado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en las zonas donde el programa fue implementado se redujo en un 34% el número de hospitalizaciones por enfermedades crónicas no atendidas. Además, se reportó una mejora del 52% en la adherencia a tratamientos médicos, debido al acompañamiento constante de los equipos de salud.

También se ha detectado un aumento en la detección temprana de cáncer de mama y cérvico uterino, gracias a las pruebas realizadas durante las visitas, y una reducción del 23% en casos de desnutrición infantil.


Salud mental y prevención de violencias

Otro de los ejes del programa ha sido la atención a la salud mental, un tema muchas veces relegado. Psicólogos y trabajadores sociales acompañan a las brigadas y han reportado miles de casos de depresión, ansiedad, violencia intrafamiliar y consumo de sustancias.

El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) confirmó que más de 8 mil casos de violencia intrafamiliar fueron detectados durante las visitas, lo que permitió activar protocolos de protección y vincular a las víctimas con redes de apoyo.


Una apuesta nacional con enfoque de justicia

Desde que asumió la presidencia en octubre de 2024, Claudia Sheinbaum ha promovido la expansión nacional del modelo, integrándolo en el nuevo sistema de salud universal que pretende garantizar acceso gratuito y digno a todos los mexicanos.

“Llevar la salud a cada rincón es un acto de justicia. Es lo mínimo que debe hacer un gobierno comprometido con su pueblo”, expresó la mandataria durante un recorrido en el estado de Guerrero.

Hasta julio de 2025, el programa ya ha sido implementado en 17 entidades federativas, con más de 10 mil brigadas operando en campo y un crecimiento proyectado del 40% para finales de este año.


Desafíos y sostenibilidad

A pesar de sus logros, el programa enfrenta retos importantes: falta de personal médico en zonas alejadas, logística para transportar medicamentos, resistencia de ciertos sectores y escasez de recursos humanos especializados.

La Secretaría de Salud Federal ha iniciado convenios con universidades públicas para que pasantes y residentes en medicina, enfermería y psicología se integren al programa como parte de su servicio social, bajo condiciones dignas y con remuneración garantizada.

Además, se están desarrollando plataformas digitales de registro y seguimiento, que permitan un monitoreo en tiempo real del estado de salud de la población atendida, fortaleciendo la evaluación y transparencia del proyecto.


Un modelo replicable a nivel internacional

Organismos como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la ONU Mujeres han reconocido la innovación del modelo “Casa por Casa”, considerándolo replicable en países de América Latina que enfrentan similares desigualdades en el acceso a la salud.

“El impacto de este programa trasciende lo médico; se trata de un cambio de paradigma en la forma en que se concibe el derecho a la salud”, destacó en un foro reciente la representante de la OPS en México, Jeanette Vega.


Conclusión

El programa “Salud Casa por Casa”, impulsado inicialmente en la Ciudad de México y ahora expandido a nivel nacional, representa una transformación profunda del sistema de salud pública. Más allá de las cifras, su mayor valor está en las vidas que ha tocado, en los hogares que ha transformado y en la esperanza que ha devuelto a comunidades enteras.

Como lo expresó la presidenta Sheinbaum: “Acercar la salud a quienes más lo necesitan es un acto de amor colectivo. Y en eso, no podemos fallar”.


Fuentes de información:

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